No podía dejar pasar esta entrada, aunque no os traiga ninguna receta en sí, quería enseñaros la mesa dulce que preparé para el bautizo de mi sobrina Valeria. Me he pasado una semana muy liada, de hecho mis cervicales me están pasando factura estos días, pero quería preparar algo especial para Valeria. Yo fui la madrina, y, aunque lo hubiese hecho igual aunque no fuese la madrina, quería que ella, cuando tenga uso de razón pueda ver todas estas cosillas y se sienta orgullosa de su madrina. Aunque claro, ella fue la que menos disfrutó de estos dulces, con cinco meses lo único que le preocupaba era comer cuando le tocaba y dormir casi todo el rato, aunque en la iglesia estuvo muy espabilada, No es una mesa espectacular, de hecho es la primera que preparo, tampoco eran muchos los invitados, por lo que no podía hacer más cosas de las que hice. Intenté buscarlo todo conjuntado, y también me llevó lo mío, pero se que el resultado ha valido la pena, por lo menos yo estoy muy orgullosa de mi trabajo. La foto no es muy buena, porque la luz y el entorno no eran muy buenos, aparte de las prisas de última hora para colocarlo todo, por lo que os voy a ir poniendo fotos de todo que hice en casa. Pero la primera de todas es la de la protagonista indiscutible de la velada.
Lo decía por Valeria, claro, je,je. ¿No es una monada? (presumiendo de sobrina, je,je).
Lo primero que preparé fueron las galletas para regalar a los invitados (24 galletas), la base es de glasa blanca, y por encima están difuminadas con colorante en polvo rosa. Los adornos están hechos en fondant y el nombre está escrito con rotulador comestible.
Aquí ya están empaquetas y en la mesa, con lazo de cuadritos de vichy a juego con las etiquetas. El resto de galletas estaban metidas en una cesta también rosa.
La tarta, ésta si que me dio quebraderos de cabeza. Los zapatitos los modelé unos días antes y no me dieron mucho problema. Y la base de la tarta la hice con una base de corcho blanco forrada con papel de regalo en cuadros de vichy rosa, y forrada con papel de forrar libros. Y decoré con un lazo rosa también en cuadritos de vichy rosa. Pero la tarta,...la tarta, bueno, estoy totalmente enganchada a las tartas que cuelgan en Pinterest, y claro, yo quería una tarta bien alta, como las que salen en Pinterest. El diseño más o menos lo tenía claro desde el principio, con lo que no conté es con la ley de la gravitación universal. Para la parte de abajo hice tres bizcochos Madeira Sponge Cake, de cuatro huevos cada uno, en un molde de 20 cm. Y la parte de arriba era otro Madeira Sponge Cake de chocolate de dos huevos hecha en un molde de 10 cm. La parte de abajo está rellena de chocolate con leche y cubierta de chocolate blanco y la parte de arriba rellena de chocolate blanco y también cubierto con él. Pues bien, la parte de abajo medía 18 cm. de alta, imaginaos que las tartas normalitas de pastelería no miden más de 5 o 6 cm. Y claro, pensaba poner los palitos especiales que existen para sostener la parte de arriba y que se introducen dentro del primer bizcocho a modo de estructura para sustentar el bizcocho de arriba. Haciéndole caso a mi marido prescindí de este paso, ya que consideramos que la parte de arriba era tan pequeña que no podía afectar a la estructura del primer piso.
Al principio no cedió nada, pero claro, unas horas después, cuando hice la foto, ya se había hundido un poco el centro. Pero al día siguiente me di cuenta que estaba deformándose un poco la parte de abajo. Por lo que quité la parte de arriba, metí los pailitos de brocheta en el centro del piso de abajo para que sirvieran de estructura y coloqué la tarta pequeña encima, que aproveché para pesarla y pesaba casi un kilo, nada más y menos. Cuando ya parecía que el problema estaba resuelto, en el transporte se movió, lo que hizo que se descolocaran los palos, y otra vez se deformó un poquito. Total, que cuando llegué por la noche al Restaurante pensé que me iba a encontrar la tarta hundida totalmente, aunque aparte de que se afeó un poquito no sufrió ningún contratiempo más. Aunque esta tarta me ha hecho reflexionar y darle la razón a mi amiga Begoña que dice que todas esas tartas del Pinterest son falsas, no existe tanta perfección.
También preparé unas galletas con el nombre, a juego con la tarta, que posteriormente envolví junto con una brocheta para ponerlas en un expositor que improvisé de corcho forrado con papel craft rosa.
Lo último que preparé fueron los cupcakes, que presenté en una caja de fresas pintada a juego en la misma tonalidad que el fondant.
Estos son los que siempre preparo y ya tengo publicados, aunque esta vez los rellené de ganaché de chocolate blanco que me sobró de rellenar la tarta. Luego preparé otros cupcakes con las letras del nombre que rellené de Nutella.
Completé la mesa con tres tarros de cristal rellenos de nubes y gominolas rosa y blancas, que no hice yo, claro, aunque alguién pensara que también las había hecho yo. ¡Ando un poco sobrevalorada por la familia,je,je!, ¿a qué si, Elena?.
Y esto fue todo, espero repetir experiencia, aunque sea muy ajetreado montarlo todo, pero merece la pena ver las caras de los comensales. Os voy a dejar una foto de Valeria, junto con sus papis (espero que no se enfaden por sacarles en el blog), mi hermano, Gonzalo (el único que tengo) y mi cuñada Esmeralda, y su hermanito Álvaro.
Felices, ¿a qué si?. Enhorabuena por esa estupenda familia.
Lidia.